En Marcius Seguridad te explicamos en qué se diferencian un escolta privado y un vigilante de seguridad, y cuándo se recomienda cada uno.
En Marcius Seguridad es habitual que nuestros clientes nos pregunten qué diferencia hay entre un escolta privado y un vigilante de seguridad. Aunque ambos perfiles trabajan dentro del sector de la seguridad privada y comparten algunos aspectos operativos, sus funciones, formación, habilitación y entornos de trabajo son distintos.
Con este artículo queremos ayudarte a entender en qué se diferencia cada figura y cuándo se recomienda contar con una u otra.
1. Formación y habilitación específica
Tanto el escolta privado como el vigilante de seguridad necesitan estar habilitados por el Ministerio del Interior. Sin embargo, el escolta privado requiere una formación adicional y más especializada.
En concreto, para ser escolta es necesario superar el curso específico de escolta privado y obtener una licencia que lo habilite legalmente para ejercer esa función, además de cumplir requisitos como tener la licencia de armas (tipo C).
En Marcius Seguridad contamos con profesionales cualificados y con la habilitación oficial para ambos servicios, asegurando el cumplimiento estricto de la normativa vigente.
2. Tipo de protección ofrecida
La diferencia más evidente entre ambas figuras es a quién o qué protegen.
- El vigilante de seguridad se encarga de proteger instalaciones, bienes, espacios o zonas específicas. Puede trabajar en centros comerciales, polígonos industriales, eventos, edificios públicos, entre otros.
- El escolta privado se dedica a la protección personal de individuos. Su labor consiste en garantizar la seguridad física de una persona concreta (VIP, empresario, testigo, figura pública, etc.), tanto en desplazamientos como en su entorno diario.
3. Presencia y visibilidad
El vigilante suele tener una presencia más visible y uniformada, lo que ayuda a disuadir comportamientos delictivos en zonas públicas o privadas. Su función es preventiva, y muchas veces trabaja en equipos con más vigilantes o controladores de accesos.
El escolta, en cambio, actúa de forma más discreta y cercana a la persona protegida. Su presencia no siempre es tan visible para no interferir con la vida del cliente, y su trabajo es mucho más individualizado y personalizado.
4. Ámbitos de actuación
El vigilante de seguridad tiene una zona de actuación fija, ya que su trabajo está vinculado al lugar que protege. Opera principalmente dentro de recintos o instalaciones donde ha sido contratado.
El escolta privado se mueve con la persona protegida, por lo que sus funciones se desarrollan en diferentes entornos: calles, domicilios, hoteles, vehículos, eventos, etc.
5. Nivel de riesgo y exigencia
Generalmente, la labor del escolta está asociada a entornos de mayor riesgo. Puede tratarse de personas que han recibido amenazas, que están en medio de conflictos o que por su perfil público requieren protección adicional.
Esto hace que el trabajo del escolta demande una mayor capacidad de reacción, análisis de riesgos, planificación de rutas y preparación para emergencias.
6. Cuándo se recomienda cada servicio
- Si necesitas proteger una propiedad, controlar accesos o vigilar un entorno concreto, el perfil ideal es el de vigilante de seguridad.
- Si necesitas proteger a una persona concreta en su día a día, viajes o eventos, lo adecuado es contratar un escolta privado.
Tanto los escoltas privados como los vigilantes de seguridad cumplen funciones esenciales, pero su aplicación varía según el contexto.
En Marcius Seguridad analizamos tu situación y te asesoramos para que elijas la opción más adecuada, con la tranquilidad de estar en manos de un equipo profesional y habilitado para proteger lo que más te importa. Operamos en toda Andalucía, Ceuta y Melilla. ¿Tienes dudas? Contáctanos sin compromiso.