El aumento de robos en explotaciones agrícolas durante la recolección preocupa cada año. Te contamos por qué sucede y cómo la seguridad privada puede prevenirlo
El sector agrario es uno de los motores económicos de Andalucía y gran parte de España, pero también es un blanco constante para la delincuencia. Cada año, especialmente en época de cosecha, se dispara el número de robos en el campo: desde frutas, hortalizas y aceitunas hasta maquinaria agrícola y combustible.
En Marcius Seguridad, como especialistas en guarda rural y protección de explotaciones, sabemos que este problema no es casualidad, sino el resultado de una combinación de factores que hacen de estas fechas un momento especialmente vulnerable.
La cosecha: un momento crítico para el agricultor
Durante la época de recolección, las explotaciones agrarias concentran gran parte de su valor en el campo:
- Los frutos están listos para recogerse y tienen una salida rápida en el mercado negro.
- La maquinaria agrícola trabaja a pleno rendimiento y queda expuesta en muchas ocasiones.
- El combustible almacenado se convierte en un objetivo atractivo.
Además, la dificultad para vigilar extensiones tan grandes de terreno y la falta de medios de muchos agricultores hacen que el riesgo se multiplique.
Factores que explican el aumento de robos
- Facilidad de acceso: las explotaciones suelen estar alejadas de núcleos urbanos, con caminos secundarios poco vigilados, lo que favorece la intrusión.
- Valor inmediato de lo robado: aceitunas, almendras, naranjas o cereales se pueden revender fácilmente, sin necesidad de intermediarios.
- Escasa presencia policial: en zonas rurales, la vigilancia de las fuerzas de seguridad es limitada y no puede abarcar todo el territorio.
- Dificultad de control por parte del agricultor: un mismo propietario puede tener varias parcelas alejadas entre sí, lo que complica su supervisión.
- Acción organizada: en muchos casos, los robos no son aislados, sino cometidos por grupos que planifican el hurto y conocen bien los tiempos de la cosecha.
Consecuencias para el agricultor
Más allá del daño económico, que puede ser enorme, estos robos generan:
- Pérdida de confianza y sensación de inseguridad.
- Daños en las instalaciones y en los cultivos.
- Sobrecarga emocional en los agricultores, que deben afrontar largas jornadas con la preocupación constante de ser víctimas de un hurto.
La seguridad privada como respuesta eficaz
En este contexto, contar con un servicio de guarda rural habilitado es una de las medidas más efectivas.
En Marcius Seguridad ofrecemos vigilancia adaptada al entorno rural, que incluye:
- Rondas periódicas en fincas y explotaciones.
- Control de accesos para detectar movimientos sospechosos.
- Prevención de robos e incendios mediante vigilancia activa.
- Custodia de maquinaria y herramientas de alto valor.
- Colaboración con fuerzas de seguridad en caso de incidencia.
La presencia de un guarda rural acreditado supone una disuasión real frente a los ladrones y garantiza una respuesta inmediata en caso de detectar un robo en curso.
Marcius Seguridad: proteger el campo es proteger tu esfuerzo
Cada agricultor sabe lo que cuesta sacar adelante una cosecha: meses de trabajo, inversión y dedicación que no pueden perderse en cuestión de minutos por un robo.En Marcius Seguridad trabajamos para que las explotaciones rurales estén protegidas los 365 días del año, especialmente en los momentos más críticos como la cosecha. Nuestro compromiso es claro: estar donde tú no puedes estar, con presencia profesional y eficacia comprobada.
